A medida que me adentro en Guyana me familiarizo no solo con los hábitos y costumbres de sus habitantes, también aprendo de su rica cultura y descubro lugares pintorescos inimaginables dentro de lo que yo conocía por libros e Internet sobre este país.
Por ejemplo, existen varios pueblos y comunidades pequeñas a lo largo de una gran carretera que linda en todo su trayecto con el Atlántico entre las dos ciudades. Es impresionante observar la perfecta armonía en la que conviven musulmanes, católicos, anglicanos, budistas y demás credos respetándose cada quien por sus orígenes y creencias, todos bajo una sola nacionalidad e identidad, la guyanesa.
Esta pequeña iglesia anglicana cumple sus funciones en la localidad de Saint Agnes y desempeña una amplia y bien estructurada labor social.
En este caso en un templo budista que funciona en Hampton Court, y figúrese como varían los modelos arquitectónicos entre uno y otro templo. Resalto también que en Hampton Court se celebran los festivales más grandiosos de esta religión y en esta zona.
En uno de los tantos rincones de la carretera me encontré esta procesadora de arroz llamada Kaymans.
Y aunque esta imagen no es tan llamativa, pues es otro templo anglicano más a lo largo de la vía.
Mi almuerzo, arroz con pato en salsa al curry y una buena cerveza.
Antes de llegar a Richmond me encontré este otro templo budista, la verdad el nombre me resultó impronunciable y por ello evité transcribirlo. Sin embargo; es una belleza...